Hola a todos y todas.
En el ambiente de las emociones nos sumergimos sin oxigeno para bucear en ellas, sin percatarnos de los peligros que conlleva.
Buscamos aire, buscamos luz, pataleamos en el mar de los acontecimientos sin saber el porque de tanto esfuerzo.
Nos impregnamos de la sabiduría de nuestra mente, siempre atenta a todo lo que sucede a nuestro alrededor y dispuesta a, o bien, secundar lo que nos sucede o bien, echarnos una mano hipotética sobre lo que acontece en nuestra vida.
Nos asombra, nos envalentona, nos cede protagonismo y nos colma de dichas efervescente con burbujas de felicidad ficticias a veces y otras de realidades exuberantes.
Cuidarse de las emociones negativas es lo que nos llevara a la superficie del laberinto, encontrando la salida hacia la nueva zona de nuestra maravillosa esencia;
"la del Yo constante y sincero",
May.
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