La necesaria manera de afrontar las cosas en la vida, es la supervivencia del ser humano ante los conflictos internos y externos.
A veces, hacemos cosas involuntarias pensando que hacemos lo correcto pero, sin pensar que lo correcto seria no hacerlas, dejar que cada cual las haga por su propia voluntad y cometa sus propios errores sin intervenir en ello.
Creemos que hacemos el bien y es todo lo contrario a nuestro objetivo.
Si pensáramos un poco en ello nos daríamos cuenta de que ayudando desde nuestro centro, el corazón, lo único que conseguimos es situaciones no gratas y una visión distorsionada de la persona, hacia nosotros/as, a la que queríamos dar nuestra ayuda.
Se que esta situación que os cuento no solo me pasa a mi, siento que os ocurre a muchas de las personas que leerán este escrito.
Por muy bien que os caiga alguien, por muy enamorada/o que estés de esa persona, o por muy grande que sea vuestra amistad pensad que cada uno tiene su identidad, su edad y su manera de gestionar su vida y que el único o única que debe resolver su situación es el, o ella misma.
La voluntad de ayudar es un gesto maravilloso que debe de estar siempre a nuestro favor y no en contra.
"Ayudad si os lo piden y si no, dejad que el universo ayude a quien lo necesite".
Uno de los Arcángeles que mejor os pueden ayudar si os ocurre algo similar es Miguel. Con su espada el nos libera de cualquier situación no grata.
"Confiad en el Arcángel Miguel",
May.
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