Hoy os quiero hablar de un nuevo elemento sonoro, mágico y precioso que ha llegado a mi vida por un impulso, causalidad o causalidad.
"Es un cuenco Tibetano".
Hace dos días que lo mande a pedir, llego ayer a mi vida y hoy por primera vez lo he utilizado en mis rituales.
Su sonido, por cierto precioso, me ha trasladado a una dimensión inexplorada por mi y mis sentidos. Una emoción de sentimientos a flor de piel cuando hacia sonar mi cuenco Tibetano.
Mis oídos han percibido como su sonido penetraban en ellos, los elevaba, envolvía y acariciaba de manera sutil y delicada.
Al hacer sonar mi cuenco, con esa magia antes descrita, he podido hacer aquello que necesitaba para mi ritual.
La misión de su sonido es alejar el mal, ritualizar objetos y sanar espiritualmente a personas para hacerles la vida mas agradable.
Creo que mi cuenco Tibetano con su sonido leve, tenue y vaporoso hará a quien lo necesite una trasformación y un bienestar inimaginable.
"Así sea, así será",
May.
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