Hola a todos y todas.
A veces ser uno mismo implica en este mundo en el que vivimos, una serie de enjuiciamientos por parte de las personas que nos rodean, sin pararse a pensar que ellas no nos conocen o no se han parado a conocernos, por no tener tiempo o por no tomarse la molestia de hacerlo.
Recuerdo que, hace mucho tiempo las puertas de las casas estaban abiertas y nadie temía una invasión de la intimidad. Hoy están todas cerradas y si es con doble cerrojo mejor.
Así nos sentimos en la actualidad, totalmente cerrados por temor a sufrir.
Echamos doble llave a nuestro corazón y a nuestros sentimientos.
Hagamos jornadas de puertas abiertas, expresemos con total libertad lo que nos dicte nuestra mente racional y lo que, con amabilidad, cariño, comprensión y respeto, conozcan de nosotros antes de que seamos juzgados, criticados o dañados.
El respeto con libertad es doblemente hermoso,
May.